Por Armando Vega-Gil
¿Qué es lo que miran los ojos cuando han dejado de ser tuyos? Armando Vega-Gil nos presenta una serie de imágenes de altos contrastes, sugerencias de luz y tiempo, espacios y objetos cotidianos desde un punto de vista. La memoria es un recurso que espera por el futuro, y el futuro se construye en testimonios de uno mismo.
- Ciclista. No, la memoria no debe agotarse, las nubes jamás deben desaparecer, el mar, el viento agitando las anémonas de que saludan al sol y sus sombras. Holbox, Quintana Roo.
- Parachico. ¿Qué es lo que miran los ojos cuando son interrumpidos por la lente espía, la mirada muerta que hurga detrás de la pregunta, delante de quien pregunta? Chiapa de Corzo, Chiapas.
- Sombrero. ¿Qué es lo que miran los ojos cuando han dejado de ser tuyos, cuando nebulosas los evisceran y lo que resta es casi sonreír, casi sobrevivir, casi llorar hasta recuperar al fin la mirada? Cusihuiriachi, Chihuahua.
- Boletera. ¡Venga, pase usted! Aquí la fiesta apenas comienza, entre al ruido y el polvo. Baile y escupa hasta quedar seco de tanta maldita felicidad. Tláhuac, Ciudad de México.
- Chuntás. Ser un hombre oculto en el cuerpo de una mujer, un ella vital que alimenta a su gente tras las epidemias, que celebra el acto milagroso de la fiesta luego de suspender la vida por un momento y retomar la larga marcha. Chiapa de Corzo, Chiapas.
- Autorepresentación. La memoria es un recurso que espera por el futuro, y el futuro se construye en testimonios de uno mismo, registro, modelarse a sí mismo con una sonrisa, con una escenografía que es vital de tanto representarse en el recuerdo fotografiado. Chiapa de Corzo, Chiapas.
- Three shot. ¿Qué dice es sonrisa compartida por las hermanas, ese guiño de labios que flotan como el viento de todos los desiertos, el instante suspendido junto a la llama de la vida? Cusihuiriachi, Chihuahua.
- Pie. La piel se agota, los huesos se muelen en polvo especiado y picante; la sangre se vuelve de aceites y la mano milagrosa de la mujer es alivio, buena ventura, premonición de que habrá siempre caminos a la espera. Chiang Mai, Tailandia.
- Danzante. El peso de las plumas es mayor que el de cualquier agitación, que el de cualquier zapateo o voltereta en el aire. Aguas Calientes Capital.
- Elefante. La cabeza extraviada regresa como una maza de representaciones exóticas, de turista sediento que de golpe se reconoce en el todo y en la nada: un elefante y su celador. Chiang Mai, Tailandia.
- Sed. Es tarea urgente hacer una parada, detener el avance de la larga marcha para inundar las venas y reorientar la percepción bajo el golpe helado de una cerveza. Chiapa de Corzo, Chiapas.
- Daft punk. El ojo espía ni intimida demás, está allí, bajo los que escuchan la suma de todas las músicas en un golpe de esperas que devoran el cuerpo hasta dejarlo sin su propio recuerdo. Una pieza de Rafael Lozano-Memmer. MUAC, Ciudad de México.